domingo, 3 de enero de 2010

En estado de metamorfosis



Supongo que la confianza ciega es algo teóricamente imprenscindible pero prácticamente imposible.

Y es que nacemos indefensos, moralmente buenos e inocentes, repletos de curiosidad y con ansias de volar. Comenzamos con el aprendizaje cultural y social y finalmente nos basamos en nuestras experiencias para sacar nuestras propias conclusiones.
Desde que tenemos nuestro primer recuerdo, podemos observar una gran metamorfosis en nuestra forma de pensar, de percibir las cosas, de valorar los momentos... de nuestro yo pensante y traicionero en algunas ocasiones. Podemos ver como en la inocencia de nuestra vida buscamos la felicidad a pecho descubierto y nos tiramos al río sin mirar. Como pensamos que estamos siempre en lo correcto y como nos come por dentro luego darnos cuenta de nuestro error, como amamos sin barreras y como confiamos ciegamente en las personas que nos juran amistad, amor y respeto eterno; y como al paso del tiempo, nos volvemos personas mas frías y previsoras.

Una profunda metamorfosis me está consumiendo cada día y por momentos, cada minuto que pasa soy más y más consciente de lo que va ocurriendo y cada vivencia que mi cuerpo y mente experimenta me va haciendo mas fuerte y quizá más desconfiada y reservada.

Pero bueno, al fin y al cabo, lo que tenga que pasar... pasará y la fuerza que adquiero por día me ayudará a afrontar y superar cada historia que forme mi vida, y disfrutar de los buenos momentos que se me presenten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario